El futuro del trabajo remoto

10.12.2020

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Podemos entender el teletrabajo como el uso de tecnologías de la información y la comunicación (tales como teléfonos inteligentes, tabletas, y computadoras) para realizar trabajo fuera de las instalaciones de una empresa. En los años recientes ya se observaba una tendencia a la alza en la cantidad de gente dedicada al trabajo remoto de forma parcial o total, pero la pandemia ha acelerado este proceso.

Apenas en 2018, México ya era el tercer país de América Latina con el mayor número de personas trabajando desde casa, sólo por debajo de Argentina y Brasil. En 2017, el entonces jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, firmó el Convenio de Concertación para la Implementación y Fomento al Teletrabajo, con la meta de elevar la calidad de vida de los trabajadores y sus relaciones familiares.

Para realizar este estudio, se seleccionaron cuatro mil servidores públicos asignados a la Secretaría de Trabajo y Fomento al Empleo para que laboraran desde sus hogares. Se obtuvieron resultados muy positivos, ya que el 25% dejó de utilizar automóvil, 75% ahorró en transporte público, 51% incrementó su productividad y 80% mejoró su estado de ánimo.

Antes y Después

En el caso de la pandemia por COVID-19, el teletrabajo ha probado ser un recurso importante para asegurar la continuidad de los negocios, por lo que los empleadores han adoptado diversas modalidades de teletrabajo que, por las circunstancias actuales, ya se ha consolidado como la mejor manera para reactivar la economía pues al mismo tiempo ayuda a reducir las posibilidades de contagio. Cada vez son más las empresas que están considerando dar a sus empleados la opción de elegir este modelo permanentemente.

Algunas encuestas encontraron que a un porcentaje muy alto de trabajadores les gustaría adoptar el teletrabajo con más frecuencia, incluso cuando las restricciones de la distancia social hayan terminado. Además, muchos ya se sienten cómodos con el uso de nuevas tecnologías y se han dado cuenta que sus trabajos se pueden realizar fuera del espacio tradicional de las oficinas.

El futuro del trabajo remoto

En un escenario ideal, las empresas tendrían que aceptar nuevas regulaciones en temas de salubridad que representarían una inversión considerable para poder garantizar la seguridad de sus empleados, como por ejemplo, la sana distancia en los elevadores, oficinas, salas de juntas y auditorios. Por ésta, y otras razones, es poco probable que el personal de las grandes empresas pueda volver en su totalidad. El teletrabajo seguirá siendo necesario, al menos para una parte de la fuerza laboral.

Es casi seguro que el trabajo remoto se extienda más allá de la pandemia y se convierta en parte importante de la “nueva normalidad”, expandiéndose con la ayuda de la digitalización, las comunicaciones avanzadas y la computación en la nube. Sin duda, estamos viviendo uno de los ajustes más importantes en la forma de trabajar que esta generación haya visto. Ahora, el reto es para los reguladores de las leyes.

Las empresas tendrían que proveer a sus trabajadores con el equipo necesario para hacer su trabajo, además de cubrir con los costos por su uso y mantenimiento, de otra manera no funcionaría como un acuerdo de trabajo. Estas son algunas de las obligaciones que el empleador tendría que asegurar a sus empleados para que éstos tengan las condiciones necesarias para trabajar y sean tan productivos desde casa como en una oficina.

Al día de hoy, en México, la cámara de Diputados aprobó que las empresas paguen la luz y el internet en el caso de la modalidad de teletrabajo. Con las actuales reformas a la Ley Federal del Trabajo se establece que deberán respetarse los datos personales, el derecho a la desconexión y a la intimidad de los trabajadores.

Romper Esquemas

Antes de la pandemia, muchas empresas aún consideraban el teletrabajo como un privilegio y una forma de recompensa a la que sólo tenía acceso el personal más confiable. Para que el teletrabajo sea un beneficio para todas las partes involucradas, debe tomarse en cuenta factores como la confianza y la transparencia.

El teletrabajo debe suceder como un acuerdo voluntario entre ambas partes: empleadores y empleados. Incluye la decisión de cuál será el lugar de trabajo (desde casa, u otra opción), el horario, las herramientas de comunicación, los objetivos del día y los mecanismos de supervisión y de reporte de resultados.

El Reto

El trabajo remoto ofrece la oportunidad de un horario más flexible para los trabajadores y la libertad para laborar desde una locación externa, pero también presenta otros riesgos como el aislamiento y la pérdida de contacto con los compañeros de trabajo. También, el reto de maniobrar cuando viven con familia, cuando tienen hijos o cuando comparten la vivienda con otras personas que también están haciendo teletrabajo.

En el futuro inmediato, trabajadores y empleadores tendrán que colaborar en la toma de decisiones a través de un diálogo constructivo que incluye intercambio de información, consultas y mucha negociación. La era del teletrabajo podría dar lugar a una nueva forma de gerencia, una más autónoma y flexible, y más enfocada a las preferencias y circunstancias de cada quien, pues tendrá que estar basada en una mayor confianza entre las partes.

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